viernes, 11 de diciembre de 2015

Sexismo estancado en los adolescentes



Los adolescentes de hoy en día son la generación de la tecnología, del avance, nuestro futuro. Tienen la mente mucho más abierta y ya no importa si es es el el chico o la chica quien le pide salir a la persona que le gusta..., ¿o no? 

Son muchas las encuestas que muestran el sexismo que aún a día de hoy sigue existiendo entre los adolescentes españoles. Puede que haya cambiado también su aspecto gracias a las redes sociales y a los móviles, pero ahí sigue. 

"Los hombres nunca lloran" se les dice a los niños desde pequeños, y es que el 21% de los adolescentes españoles lo siguen creyendo. Se ve como a un "machote" al chico que sale con muchas chicas pero, si es la chica la que lo hace, las tornas cambian. El sexismo y el estereotipo de género perviven entre los adolescentes españoles pero, lo peor no es eso, sino que NO son conscientes de ello. Conocen toda la cháchara sobre la violencia de género, reciben numerosas charla sobre ello, pero no lo trasladan a su vida. 

Las redes sociales y los móviles sirven como herramienta para controlar a tu pareja. Además, las relaciones se basa a día de hoy en chatear con esa persona especial; ya son cada vez menos las parejas de adolescentes cuyo plan común es estar en la calle y hablar tranquilamente cara a cara. Respecto a todo esto, podemos decir que el 25% de las chicas dice que su novio  la vigila a través del teléfono. Estas situaciones pueden derivar, sin duda, a la violencia de género rápidamente. Se empieza con pequeños detalles y, poco a poco, se va a más. La chica se va convirtiendo en la sumisa y el chico en el dominante. Y lo peor es que lo ven como algo normal y lo justifican de este modo: " es que haciendo eso me demuestra que tiene celos y eso significa que está enamorado". 

Debemos despertar, no somos la mujer de la vida de nadie, somos la mujer de nuestra propia vida, y por ello, nos debemos respeto a nosotras mismas y debemos exigir respeto. No somos el género débil, no estamos a merced de los hombres ni somos posesión de ellos. Pero cuidado, al igual que nosotras exigimos todo eso, también debemos respetar a los demás, los hombres tampoco son de nuestra propiedad. La base de una relación es la confianza y, debemos dejar atrás esa tontería de que los celos son una muestra de amor. Basta ya de criar a nuestros hijos de la misma forma en que fueron criados nuestros abuelos. Ni un bebé si es chico y da patadas va a ser futbolista, ni una chica bailarina; ni el chico que llora es menos viril y la chica que es soldado menos femenina. Las tecnologías avanzan, pero también debemos avanzar nosotros.  
Daniela Bustos 2ºA