martes, 7 de enero de 2020

ANTES DE ACTUAR, PENSEMOS

Muchas veces tenemos malentendidos con la gente, que pueden surgir por mil motivos, pero también tenemos momentos en los que nos enfadamos sin motivo alguno, simplemente porque tenemos un mal día o nos hemos levantado con el pie izquierdo. Pero, ¿cuáles son las consecuencias que puede tener el actuar de manera brusca o precipitada cuando estamos iracundos?

Para empezar, no todos tenemos la misma manera de expresar la ira; es decir, algunos lo hacen de manera más violenta, otros se desahogan llorando o incluso hay gente que acude a soltar la ira haciendo deporte o alguna actividad relajante. Personalmente, he de decir que estas últimas formas de desfogarse me parecen las más adecuadas, sobre todo cuando hemos tenido un mal día y necesitamos olvidarnos de todo por un momento.

Por otro lado, es importante saber que actuar con la ira en las manos no es nada recomendable. Cuando acabamos de discutir con una persona, estamos llenos de ira, lo que muchas veces lleva consigo violencia. En estos momentos tenemos muchas más facilidad para insultar y pegar a alguien que después de dejar pasar un tiempo. Esto nos hace pensar que "más vale pensar dos veces" en este tipo de situaciones antes de actuar con violencia tanto física como verbal.

Como conclusión me gustaría dar a conocer el siguiente lema que dice "deja secar el barro". Lo que este lema quiere representar es la facilidad con la que se quita el barro una vez seco, y lo difícil que es quitarlo cuando todavía está mojado. Por lo tanto, ya sabemos lo que hay que hacer cuando estamos llemos de ira: "esperar a que se seque el barro".

                                                                                                          Elena Echart, 1º Bachillerato.