Google califica el machismo como
la “actitud o manera de pensar de quien sostiene que el hombre es por
naturaleza superior a la mujer” pero en mi opinión no es únicamente eso. Es el
hábito que tiene la sociedad de inferiorizar a la mujer. Es la manera en la que
somos tratadas por el simple hecho de ser mujeres. Muchos dirán que soy una
exagerada y que el machismo no es tan fácil de ver hoy en día, sin embargo,
desgraciadamente lo es.
Veo el machismo en el mero hecho
de que mi abuela únicamente le pregunte a mi padre a ver si quiere repetir
cuando estamos sus 4 nietas en la mesa. Es simplemente un hábito, pero es
increíblemente machista, aunque ella no sepa verlo porque así es como ha sido
educada.
Veo el machismo en los roles que
se nos dan desde niños. Los niños se van a jugar, a disfrutar, mientras que a
las niñas se nos compran juegos de cocinitas, barbies, bebés o maquillaje, para
que desde bien pequeñas tengamos claro cuál quieren que sea nuestro papel en la
sociedad. Son simplemente juguetes, pero una vez más, son machistas.
Veo el machismo en el lenguaje,
porque algo genial es cojonudo, pero algo aburrido es un coñazo, ser un zorro
es ser astuto, pero ser una zorra es ser una puta, ser atrevido es ser
valiente, pero ser atrevida es ser una maleducada, ser machista es pensar que
eres superior a la mujer, pero ser feminista es ser lesbiana. Son simplemente
palabras, pero las utilizamos a diario sin darnos cuenta de la gran connotación
machista que poseen.
Veo el machismo en el sueldo de
cada una de las mujeres españolas, que haciendo el mismo número de horas que un
hombre en un mismo puesto de trabajo, ganará un 20% menos. Es simplemente
dinero, el problema es que no se sobrevalora el trabajo del hombre, sino que se
infravalora el de la mujer.
Veo el machismo en los carteles
de discotecas que tratan a las mujeres como objetos. Carteles que dicen “chicas
gratis hasta las 2” con el único objetivo de utilizarnos para atraer chicos
mediante los cuales harán su fortuna, no penséis que tratan de hacernos ningún
favor. Es simplemente un cartel, pero es un cartel que nos convierte en
productos.
Podría seguir escribiendo sobre
situaciones diarias en las que veo machismo durante horas, sin embargo,
prefiero escribir sobre lo triste que me parece seguir viendo todas estas
situaciones, pero resulta que me parece más triste aún el hecho de que nosotros
no hayamos cambiado en absoluto, nuestra manera de pensar sigue estando en el
siglo XX, y la de muchos en el XIX. Va siendo hora de cambiar.
Paula Berraondo 1ºBach.B