viernes, 8 de enero de 2016

Los límites del bien y el mal


Una sociedad está constituida por un factor dicho “bueno” y en consecuencia su opuesto, el “malo”. Sin embargo, ¿quién es responsable de la clasificación de nuestras acciones? ¿Quién establece estos límites éticos?
Por un lado, el poder legislativo ocupa un gran papel en este establecimiento. Estos son los encargados de hacer y reformar las leyes, es decir lo que uno ha o no de hacer. En otras palabras, lo que es legalmente correcto o incorrecto. Según estas normas, los seres humanos tenemos unas nociones orientativas que nos hacen controlarnos y, por tanto, actuar como deberíamos. 
Además de los políticos, también existen otras personas implicadas en esta distinción, como son los filósofos. Debido a una constante analítica del comportamiento humano, estos se han encargado a lo largo de la historia de elaborar pensamientos propios relacionados con la ética, con el fin de que sus doctrinas se conviertan en un modelo para la sociedad.
Por otro lado, es evidente que para que exista el bien, debe existir el mal. Todo concepto o palabra posee su antónimo y aunque estos se opongan es inevitable la relación que les une. Esto sucede de manera idéntica con la ética y los principios morales. En una sociedad utópicamente perfecta, ¿cómo se distinguirían estos dos factores? ¿Cómo se podría definir nuestra actitud? Llevar una vida sin infringir las normas y respetando las libertades y derechos humanos es considerado como algo bueno, ya que esta forma de vida se opone a la de la delincuencia y el quebrantamiento de las leyes, lo considerado como malo. Dicho de otro modo, el mal es un punto comparativo. Es decir que los encargados de marcar esta diferencia son, en parte, los responsables del mal.
En conclusión, el bien y el mal son unos conceptos que se han ido estableciendo a lo largo del tiempo. Esto es la consecuencia de la evolución de los sistemas políticos y del comportamiento social. Por ello, los límites entre el bien y el mal no se atribuyen a una sola persona en un periodo de tiempo determinado, sino que es algo efímero.

 Elena Álvarez 1º bachiller C