lunes, 25 de enero de 2016

Los sirios que llegan a Europa


A día de hoy es prácticamente imposible ignorar la crisis de los refugiados y el conflicto en Siria. La guerra, la acogida de aquellos que huyen de ella y los ataques terroristas copan todas las portadas de los periódicos y los informativos a nivel mundial. Sin embargo, en ningún momento llegaron a tener repercusión en Occidente hasta que vino la sangre a nosotros. Ahora nos sentimos heridos, humillados y débiles tras ver al enemigo más cerca que nunca, en nuestro propio país. El pánico se ha apoderado de nosotros.

Este es, sin duda, el mismo pánico que hace que desconfiemos de aquellos que no buscan en nosotros más que el camino hacia una vida mejor, sin injustica, desigualdad, fanatismo, sufrimiento, terror y muerte. Nos cegamos pensando que todos aquellos que cruzan nuestras fronteras pretenden masacrar la cultura occidental, imponiendo sus creencias y costumbres. Este es el motivo por el que muchos optarían por cerrarles la puerta de la esperanza a los refugiados. Al fin y al cabo, ¿por qué querrían venir a nosotros sino?

Para contestar a esta cuestión es imprescindible analizar la base y el origen del conflicto. La ignorancia por parte de una gran mayoría de nuestra población influye directamente en su visión radical y su rechazo hacia los refugiados. La realidad es que las causantes de todo esto no son otras que la ambición y la prepotencia de las grandes potencias occidentales allá por el final de la Primera Guerra Mundial, al repartirse y dividir según sus intereses (mayormente económicos) el territorio que hoy conocemos como Oriente Próximo. El no respetar las diferencias sociales, culturales, étnicas y religiosas de la gente que habitaba allí, trajo consigo revueltas, gobiernos dictatoriales y opresores y la creación de grupos radicales al declarar independientes los países fundados. La guerra y la muerte no han cesado hasta hoy en día, momento en el que han llegado a nosotros. Ahora es cuando estamos empezando a pagar todo aquello que se hizo y se ocultó durante tanto tiempo. Hoy y solo hoy es cuando se nos revuelve la conciencia, cuando por fin despertamos, abrimos los ojos y vemos en nuestro reflejo, que el mundo no ha conocido mayor monstruo que el que una vez fuimos.

Por si fuera poco, algunos aún osan dar la espalda a aquellos cuyas vidas arruinamos hace menos de un siglo. Sospechan de estas personas que han sido maltratadas en consecuencia de lo que una vez nos atrevimos a hacer. Cargan nuestra culpa, los delitos que cometimos y las atrocidades que hoy en día vemos y vivimos a aquellos que vienen en busca de ayuda. ¿Quién es realmente el opresor y quién el oprimido? ¿Quién es el que quiere imponer su cultura y sus costumbres?


Mikel Larrañaga, 2º Bachillerato C