viernes, 8 de enero de 2016

Manchas




El pelo, manchado de rojo, se deslizaba suavemente sobre una superficie que antes era blanca, pero ahora ya no, ahora aquella superficie estaba cubierta por una enorme mancha roja.
Y allí estaba Sofía, con las manos cubiertas de ese mismo líquido rojo.
Estaba dispuesta a darlo todo para acabar lo que ella quería, no aguantaba más, necesitaba terminar de una vez.
Minutos después se oyó su último suspiro: ¡Terminé!
Mientras una vez más, el pelo de su pincel manchado de rojo, se deslizaba suavemente por un lienzo que antes era blanco, pero ahora ya no, ahora estaba cubierto de pintura roja. Y es que Sofía estaba deseando terminar, de una vez por todas, ese cuadro en el cual ahora se reflejaba la imagen de unos bonitos tomates.

Sara Atristain 1ºbachiller C